Partimos a eso de la una de la tarde, camino a Pirque, con todo el equipamiento y mucha comida.
Luego de unos 45 minutos de viaje, llegamos a la entrada de la Reserva Nacional Río Clarillo, creada en 1982, tiene senderos de trekking de distintos niveles de complejidad, así como también lugares para hacer pic-nic y estacionamientos.
Bajando del auto, preparamos los equipos para comenzar el sendero lo más cómodos y livianos posible. Si bien el camino no era extremadamente largo, si tenía pendientes un poco cansadoras, pero nada nos detuvo de seguir subiendo hasta encontrarnos con el primer mirador a unos cuantos metros de altura, desde donde ya se podía apreciar el paisaje imponente que esta reserva escondía.
El día anterior había llovido lo suficiente como para llegar a pensar que no podríamos grabar, pero al día siguiente un sol radiante nos sorprendió con estos cielos despejados que aprovechamos hasta el cansancio para esta sesión.
Comienza la grabación
Descansamos en el mirador un par de minutos para recargar energías y seguir subiendo en busca de más lugares donde rodar el video historia que María Paz & Pablo mostrarán el día de su matrimonio a sus invitados.
Seguimos subiendo y luego de unos 10 minutos por caminos empinados y a veces un poco estrechos, llegamos a la planicie donde comenzaba el sendero de regreso. Decidimos quedarnos allí para grabar.
Los novios querían contar en su video un relato que va más allá de su historia de amor, que tiene que ver con sus proyecciones y proyectos para un futuro juntos. Esto, mezclado con todo lo involucrado al hecho de alejarse un poco de la ciudad y desconectarse para acercarse más a la naturaleza, sin duda dejó una experiencia que disfrutamos todos y que quedará grabada en video.
Bajando al Río Clarillo
Se nos pasó la hora estando en ese lugar, que aprovechamos muchísimo para sacar fotos y para grabar, pero aún teníamos que bajar el sendero para poder llegar al río, que definitivamente queríamos incluirlo en nuestro recorrido. Nos demoramos unos 10 minutos en bajar hasta el camino principal y otros 5 en bajar hacia el río que llevaba un caudal más fuerte por las lluvias del día anterior.
La Experiencia
Estuvimos casi una tarde completa recorriendo los senderos de la reserva deteniéndonos cada unos cuantos metros para sacar fotos, grabar o bien descansar. Los paisajes son preciosos y cabe destacar que no es necesario ser un deportista extremo para poder disfrutar de la belleza de los miradores y paisajes que nos ofrece esta reserva nacional.
La vuelta a la ciudad fue cargada de energías, un breve descanso tanto para los novios como para nuestro equipo. Una experiencia muy recomendable.
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