Estuvimos a cargo del video y la fotografía en este matrimonio en la cima del cerro San Cristóbal con vista a toda la ciudad de Santiago y una celebración en un palacio del siglo XX.
Llegamos al palacio Subercaseaux, una edificación construida en el año 1903 en manos del arquitecto Miguel Ángel de la Cruz Labarca para el banquero Don Francisco Subercaseaux Vicuña, hoy es el actual club de Oficiales de la Fuerza Aérea de Chile, FACh. El edificio está inspirado en la estética Luis XV y Luis XVI, con grandes salones e increíble detalle arquitectónico. No por menos fue declarado en el año 1973 Monumento Nacional y es aquí donde Michelle se prepararía para su matrimonio.
Se preparó junto a sus amigas que viajaron desde Australia para acompañarla, además de su madre que se preparó junto a ellas en uno de los salones del palacio. Michelle, nació en Uruguay, vivió en Australia muchos años y en uno de sus viajes por el mundo conoció en Chile a Phillippe, se enamoraron y hoy se casan en una romántica ceremonia.
Para su look, Michelle eligió un vestido tenía espalda con encajes hombros ligeramente cubiertos y una caída ligera. Una cinta con mostacillas y cristales bordados acentuaban la cintura del vestido y zapatos de taco con plataforma color blanco con tela texturada. En cuanto a su peinado, llevaba un moño recogido con detalles brillantes un unas delicadas cadenas que caen en el centro.
Celebraron su matrimonio en una ceremonia en el Santuario de la Inmaculada de la Concepción ubicado en el Cerro San Cristóbal, a los pies de la Virgen. Luego de la ceremonia, realizaron una pequeña sesión de novios en la bajada del cerro y recorrieron la ciudad hasta llegar al palacio Subercaseaux una vez más esta vez, para celebrar junto a sus invitados su unión.
El papá de la novia, junto con otros invitados brindaron por los nuevos novios dejándoles un mensaje para el comienzo de esta nueva etapa.
“A los dos les quiero desear en nombre mío y en nombre de Iris toda la felicidad que se merecen en su viaje por la vida, que logren formar una familia sólida, unida, con niños sanos, inteligentes, con valores. Van a haber momentos difíciles, pero los que salen delante de esos momentos amargos, son los que enfrentan, discuten y resuelven los problemas. No tengan miedo de aflojar un poco cada uno, entender uno el punto de vista del otro y trabajar en equipo. Les deseamos mucha felicidad. “